Wednesday
Las excusas nos sirven para ocultar nuestras verdaderas intenciones, pero, a fin de cuentas, poniendo todo en una balanza, ¿qué es peor? ¿excusarse con dichos cuasi verídicos o decir la verdad y quedar expuesto completamente, aciertos y errores, miedos y fobias? Excusarse no es más que cubrirse de aquello a lo cual no nos atrevemos a enfrentar, todas esas cosas que son una gran barrera imposible de romper. Digo excusas, miles, y se siente la culpa, que golpea, que tira, que lastima. Los miedos lastiman más, al igual que las fobias y los incómodos silencios. Dejarse expuesto frente a una realidad nueva y por lo tanto desconocida es casi tan terrible como el no saber que decir, el quedarse mudo. A veces creo que las palabras son mi fuerte, excepto hoy, cuando descubri que me daba miedo la alta probabilidad de que me traicionaran, me quedara sin ellas. Excusas y más excusas, llenas de palabras, y más más más. Sarcasmo. Mucho sarcasmo, aunque eso no duele tanto. Los miedos, si, eso es lo que más duele.
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